Llegué tarde ... él ya no estaba.
¡ Demonios !
Jamás había sentido tanta ira por mi comportamiento, ahora estaba enfadada, deseaba lanzar objetos contra la pared y así poder descargar esta frustración por lo que le había hecho, pero mi mente martillaba con fuerza palabras antiguas que siempre que perdía el control venían a mi cabeza.
¡No lo hagas, no es correcto!.
- ¡Al diablo con eso!, caminaba de un lado a otro tratando de calmarme, nada sucedía.
Tomé el celular y observé la palomita verde de "visto"
- ¡Diantres ...!, hace una hora que lo ha visto y no me ha devuelto el mensaje.
-¡Vamos!, que no es para tanto, ¿ o si?, a cualquiera se le puede olvidar un aniversario, ¿no?, preguntas sin respuestas o quizás que yo no quería escucharlas.
Me encaminé hacia la sala y en cada paso mi mente se iba relajando, observé la cuidadosa escena que había hecho para mí, velas rojas, aromáticas, pequeños ramos de rosas blancas y rojas puestos estratégicamente y al fondo la mesa perfectamente dispuesta.
Un largo suspiro fue suficiente.
Me senté en el sofá y esperé su llegada, con el corazón atormentado y la desdicha en mis párpados mojados.
Sentí sus pasos a media noche, pasos fuertes que se cimbraban en mi pecho, me levanté a su encuentro pero me detuvo su ausencia, un "Hola" fue lo único que escuché, no sentí su abrazo ni el beso cálido con el que siempre me recibía, sólo un abismo entre nosotros.
¡Vamos!, ya debería conocerme, siempre sucede lo mismo, soy pésima para recordar fechas.
Él tomó mi lugar en el cómodo sofá, quería su espacio y estar en penumbras, me retiré a la habitación, me sentía devastada.
Sentada en el borde de la cama pensé en lo que podía hacer para redimirme, decidida fui a su lado, con mirada lasciva, saboree el triunfo antes de haberme acercado.
¡Probemos!
¿Qué tan resistente eres después que decida reptar mi lengua por tu sexo ...?
- De la palabra al hecho ... ¡Juguemos!.
Esta semana nos convoca a los Jueves de Relatos,
MOLÍ, el tema a tratar son "Juegos y Juguetes de niños, adolescentes y adultos".