Se acerca indecisa, ha estado largo tiempo inmersa en un nuevo romance, Mara es delgada, su piel nívea se confunde con la espuma de mar, sus caderas recrean las olas.
Llega sutil, silenciosa, disfrutando las horas previas en sus pensamientos.

A cada paso, su cuerpo se estremece ante el recuerdo de la noche intensamente vivida, trata de mantenerse serena y sólo la delata una sonrojada sonrisa. debajo de sus pálidas manos aún siente sus uñas hundidas en la tibieza de su espalda, se sintió diosa tomando las riendas de aquel cuerpo vibrante.
Sólo él que la conoce interiormente lo confirma, sólo él ... que esa noche ha visto el alba recostado a su lado, sólo él, que inocente entre jadeos dibujó en sus párpados el secreto de la fiesta que organizaba para ella.
Mara siente la música acariciando sus latidos, mientas avanza, lo observa de pie al lado del bar, rodeado de los amigos de siempre, nervioso ante su llegada ... sonríe.
Ella devuelve la sonrisa ... ¡Demiurgo!
Jueves de Relatos
Imposible no asistir al llamado de Dem, mi agradecimiento por tu invitación, Dem.